La semilla del temor, largamente cultivada con esmero en los jardines de la política, finalmente ha germinado convirtiendo el miedo en un horizonte cotidiano. Desde 2021 en adelante se instaló con fuerza en los primeros lugares de la agenda pública la preocupación ciudadana por la delincuencia, robos y asaltos; percepción que ha persistido inmutable a lo largo de este periodo presidencial que pronto termina. Esta sensación de vulnerabilidad ha terminado decantando en algo muy previsible, el miedo. No es una exageración, basta observar cómo se ha comportado el debate público en la víspera de la elección presidencial. Los candidatos pueden hablar de crecimiento, pensiones, salud mental, ciencia o cultura, pero nada mueve más la aguja emocional que las promesas de orden, seguridad y estabilidad. Es una respuesta previsible frente a la incertidumbre, en donde el país gira hacia las certezas duras, aunque estas sean, en rigor, promesas más simbólicas que resolutivas.
Fonte: https://elpais.com/chile/2025-11-16/miedos.html